Las organizaciones abajo firmantes pedimos a todos los Estados que cesen las transferencias de armas, piezas y munición a Israel y a los grupos armados palestinos mientras exista el riesgo de que se usen para cometer, o facilitar que se cometan, violaciones graves del derecho internacional humanitario y del derecho de los derechos humanos.
El bombardeo y asedio de Israel está privando a la población civil de los elementos básicos para sobrevivir y convirtiendo Gaza en un lugar inhabitable. Hoy, la población civil de Gaza sufre una crisis humanitaria de gravedad y envergadura sin precedentes.
Por otra parte, los ataques dirigidos por grupos armados palestinos han causado la muerte de alrededor de 1.200 personas; estos grupos han tomado cientos de rehenes israelíes y de otras nacionalidades, niños y niñas incluidos, y siguen reteniendo a más de 130 rehenes en cautividad dentro de Gaza. Los grupos armados en Gaza continúan lanzando cohetes indiscriminadamente hacia centros de población en Israel, interrumpiendo las clases de niños y niñas, desplazando a la población civil y amenazando la vida y el bienestar de ésta. La toma de rehenes y los ataques indiscriminados son violaciones del derecho internacional humanitario y deben acabar inmediatamente.
Agencias humanitarias, grupos de derechos humanos, personal de la ONU y más de 153 Estados miembros han pedido un alto el fuego inmediato. Sin embargo, Israel sigue usando armas explosivas y municiones en zonas densamente pobladas con consecuencias humanitarias masivas para la población de Gaza. Los dirigentes mundiales han instado al gobierno israelí a que reduzca las víctimas civiles, pero las operaciones militares de Israel en Gaza siguen matando a un número sin precedentes de personas, según declaraciones recientes del secretario general de la ONU. Los Estados miembros tienen la responsabilidad legal de usar todas las herramientas posibles para impulsar una mejor protección de la población civil y el respeto al derecho internacional humanitario. La tabla de salvación que le queda a Gaza —una respuesta de ayuda humanitaria financiada internacionalmente— está paralizada por la intensidad de las hostilidades, lo que incluye tiroteos contra convoyes de ayuda humanitaria, apagones recurrentes de las comunicaciones, carreteras dañadas, restricciones de suministros esenciales, la prohibición casi total de suministros comerciales y un proceso burocrático para introducir ayuda humanitaria en Gaza.
La actividad militar de Israel ha destruido una parte importante de las viviendas, escuelas, hospitales, infraestructura hídrica, refugios y campos para personas refugiadas; el carácter indiscriminado de estos bombardeos y la constante de daños aparentemente desproporcionados a civiles que causan habitualmente es inaceptable. El alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos ha advertido del “incremento del riesgo de que se cometan crímenes atroces” en Gaza y ha pedido a todos los Estados que lo impidan. Después de este llamamiento, la crisis humanitaria en Gaza sólo se ha deteriorado más:
Gaza es hoy el lugar más peligroso del mundo para niños y niñas, periodistas y personal de ayuda humanitaria. Los hospitales y las escuelas nunca deben convertirse en campos de batalla. Esta situación ha creado un estado de desesperación absoluta dentro de Gaza que ha llevado a que máximos responsables de la ayuda humanitaria declaren que ya no existen condiciones para una respuesta humanitaria significativa en Gaza. Esto no cambiará hasta que acaben el asedio, los bombardeos y los combates. La ONU ha declaradorecientemente que la situación del acceso humanitario en enero es hasta ahora de “deterioro significativo”. Las fuerzas israelíes han denegado reiteradamente autorización para que los convoyes de ayuda lleguen a zonas situadas al norte de Wadi Gaza donde la gente corre el mayor riesgo de morir de hambre.
En las últimas semanas, altos cargos israelíes han empezado a pedir la deportación de la población civil palestina fuera de Gaza. El traslado forzoso dentro de Gaza y la deportación de una parte de la población a otro país, sin garantías de retorno, constituirían una violación grave del derecho internacional equivalente a un crimen atroz.
Exigimos un alto el fuego inmediato y pedimos a todos los Estados que pongan fin a la transferencia de armas que puedan usarse para cometer violaciones del derecho internacional humanitario y del derecho de los derechos humanos. El Consejo de Seguridad de la ONU debe asumir su responsabilidad de mantener la paz y la seguridad mundiales mediante la adopción de medidas para poner fin a la transferencia de armas al gobierno de Israel y a los grupos armados palestinos, e impedir el suministro de armas que puedan ser usadas en la comisión de crímenes de derecho internacional, con efectos inmediatos.
Todos los Estados tienen la obligación de impedir que se cometan crímenes atroces y de promover el respeto a las normas que protegen a la población civil. Hace tiempo que la comunidad internacional debería haber cumplido estos compromisos.
Nota de la oficina de prensa:
Firmantes
Contigo somos independientes
Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.
Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.